Por: José Núñez
Las razones del por qué Leonel Fernández es la figura política que es hoy, y se ha ganado el corazón de muchos dominicanos, están fundamentadas entre otras razones, desde que el líder y fundador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), profesor Juan Bosch, manifestó públicamente en pleno proselitismo electoral del año 1996, que éste «era una mina de oro». Esa fue la visión certera del maestro con su alumno.
Ese calificativo no era la primera vez que lo hacía Don Juan Bosch a favor del joven político e intelectual, Leonel Fernández, ya que en privado le dijo en una ocasión a uno de los principales responsables de su seguridad personal, al señor Abraham López Mora (Brache), según manifestó recientemente este caballero de poco hablar, un veterano de los hombres ranas y ex combatiente de la guerra de abril del 1965, “que en ese joven descansaba el porvenir del país”.
El propio Secretario General del PLD y Presidente del Senado, el doctor Reinaldo Pared Pérez, proclamó en un emotivo reconocimiento dado a Leonel Fernández por sus compañeros del Comité Político, en el año 2013, basándolo en sus trayectorias como Presidente de la República y del Partido, que Juan Bosch había dicho: “Leonel era una mina de oro», pero que él (Reinaldo Pared) le agregaba, «…que ya era un diamante bien pulido y bien terminado”.
Así comienza a templarse un liderazgo que ya había sido doctrinado en la escuela boschista del PLD, además de que terminaba de pasar con buenas notas las pruebas del poder en una tercera ocasión con apenas 58 años, o sea, se encontraba en la flor de la juventud intelectual.
Es precisamente por eso, que todos en el país sabíamos, que más temprano que tarde, Leonel Fernández estaba compelido a volver al escenario político nacional como figura cimera, de hecho, fue prácticamente un mandato institucional que recibía de su partido al apoyarlo a unanimidad para que siga presidiendo los destinos del PLD, y posteriormente los del Estado.
Entonces, con estos preámbulos, vamos a exponer las razones del porqué Leonel Fernández se ha consolidado como el político más terminado del país, y está entre los tres más populares (todos dentro del PLD), y obviamente, es el líder de su partido. Veamos:
Al pasarle Leonel Fernández la antorcha a Danilo Medina en el 2012, desde la precampaña interna entre los morados, se comenzó un cuchicheo por los danilistas, donde decían, «Danilo se merece un chance (eso era cierto y justo) y si falla, Leonel es la garantía de que volvamos en el 2004». Y ciertamente, volvimos en ese año del 2004, pero fue ganándole a Hipólito Mejía que había derrotado con cierta facilidad al PLD y a Danilo en el 2000.
El mantenerlo como el presidente y líder del PLD, hizo que la gente lo vea como la representación más alta del peledeísmo, abonada con tres períodos gubernamentales exitosos a cuestas, son otros elementos cualitativos en el fortalecimiento de este liderazgo.
Trabajó como nadie, como nunca antes lo había hecho ningún mandatario en favor de otro aspirante presidencial, sí, por su compañero y amigo, Danilo Medina, para que ganara en el 2012, y esto fue tan impactante, que muchos, los más entendidos, dicen que «Leonel fue la diferencia del triunfo, y la clave de la derrota de Hipólito Mejía».
No fue en vano ni producto de la emoción, que pocos días después de haber ganado las elecciones del 2012, en un acto de celebración de la victoria en la Casa Nacional del PLD, Danilo Medina al tomar la palabra como presidente electo dijera, «gracias Leonel Fernández, presidente y líder de este partido, que trabajo más para mí triunfo que cuando él mismo aspiraba».
En este contexto, para poderse llevar a cabo el proceso reeleccionista del año 2016, todos sabemos que Leonel Fernández fue el más afectado, ya que era una condición sine qua non para lograr ese objetivo, reducir la figura del presidente del partido, lo malo quizás fue que «lo quisieron hacer añicos». Y nunca se deben pisar las mangueras entre bomberos.
Leonel ha demostrado una capacidad de resiliencia como pocas líderes poseen, lo cual es una garantía de que no viene a gobernar con odios ni rencores, él está por encima de eso y además, entiende los procesos sociales.
Se ha revitalizado en un tiempo récord, después de que parecía que lo tenían arrinconado, tanto interna como externamente, y ahora su popularidad crece de manera impresionante, no duden que se convierta en un fenómeno electoral nuevamente.
Es que sus tres gestiones de gobierno fueron buenas y dejaron sus huellas en lo económico, lo social, en lo político y en la modernización de muchos servicios públicos, culminando con un legajo de leyes y una constitución garantista de los derechos fundamentales del ser humano.
En lo económico, el crecimiento del PIB con la estabilidad de precios e incremento de la inversión extranjera, hizo que se recobrara la confianza en la economía local y a nivel internacional.
En lo social, se retoma el camino para que profesores, militares y empleados públicos en sentido general tengan sueldos menos malos. Se reducen los niveles de pobreza y se realizan importantes e imponentes construcciones viales, escolares y en la universidad estatal y sus extensiones provinciales.
Y en la administración pública, todos reconocen la eficiencia de los servicios, tales como son; en la expedición del carnet de conducir, las placas, cédulas, pasaportes, del SENASA…, en fin, son avances incuestionables.
En consecuencias, todos estos resultados con un balance positivo, en un país de cultura presidencialista, con muchos de sus líderes idos a destiempo, y usted señor Leonel Fernández, convertido en el líder más completo y compacto a nivel nacional e internacional, ahora es natural que se le exija que asuma su impronta histórica.
Mayoritariamente se le va a pedir que vuelva a dirigir los destinos nacionales a partir del año 2020, especialmente en estos tiempos que parece serán de incertidumbres económicas y sociales, con un ambiente internacional aireado.
Esas son las razones del porqué de su liderazgo y por lo tanto, del porqué debe volver a tomar las riendas del poder.